El Comic-Con, la mayor convención de cómics en EEUU, se convierte este fin de semana en la meca de la cultura pop, donde se dan citan más de 125.000 personas, la mayoría ávidas, paradójicamente, de descubrir los estrenos cinematográficos de los próximos meses.
El Centro de Convenciones de San Diego alberga desde el pasado jueves y hasta el domingo este evento, por el que desfilan centenares de aficionados disfrazados como Spider-Man, Superman, Batman, los robots de Transformers, o los personajes de títulos como Star Wars, Watchmen o X-Men. "Es la decimotercera vez seguida que vengo, desde que tenía 11 años", dijo Julie Pailey, disfrazada como la "diosa del volcán", con un maquillaje por todo el cuerpo que le llevó tres horas aplicar.
"Me interesa conocer a artistas y ver a la gente disfrutar con lo que le gusta", añadió.
La gran atracción de la jornada de fue la presentación de la película Sherlock Holmes, del británico Guy Ritchie, en la que el actor Robert Downey Jr, que interpreta al célebre detective, actuó como maestro de ceremonias.
"Todo el mundo sabe que Holmes es un experto en artes marciales, ¿no?", bromeó el actor en alusión al tráiler del filme, donde se aprecia al célebre personaje de Sir Arthur Conan Doyle deshaciéndose de sus enemigos mediante la violencia física. "Hay trillones de páginas con información acerca de Holmes, así que decidimos centrarnos en Doyle, en la documentación primaria sobre el personaje", añadió Downey Jr.
Muchas propuestas cinematográficas
Muchas propuestas cinematográficas
Previamente, los espectadores vibraron con los avances del western Jonah Hex -no faltó a la cita una Megan Fox centro de todas las miradas-; la apocalíptica The Book of Eli, protagonizada por Denzel Washington; la inquietante The Box, con Cameron Díaz, y A Nightmare on Elm Street, la nueva versión del clásico del terror rodado por Wes Craven. "Esta película va a ser la bomba", afirmó en relación a Jonah Hex la explosiva Fox, a quien durante el turno de preguntas, un joven le propuso rodar una película pornográfica. Después de que agentes de seguridad acompañaran al osado a la salida, Josh Brolin, compañero de reparto de Fox, remató: "Tío, no quiero imaginar cómo te van a dejar la cara en 30 minutos", ante la carcajada del público.
Por su parte, Cameron Díaz, a quien le propusieron matrimonio tres veces, provocó más de un suspiro. "El ritmo y el aspecto de la cinta son muy de Stanley Kubrick, y el suspense de Alfred Hitchcock", comentó la actriz al referirse a la esperada película de Richard Kelly, director de culto tras Donnie Darko.
Pero fueron las imágenes de A Nightmare on Elm Street, en la que no aparecerá Robert Englund -el antiguo Freddy-, las que provocaron mayores alaridos.
"Era una oportunidad de oro dar vida a uno de los personajes más icónicos del mundo", dijo Jackie Earle Haley, el nuevo actor tras el rostro quemado y las cuchillas del mítico personaje.
La esperada `Avatar´
La esperada `Avatar´
El jueves arrancó el certamen con la presencia de James Cameron y Avatar, la película más esperada de la década, de la que se mostraron 25 minutos de metraje que dejaron boquiabiertos a los asistentes por sus imágenes en 3-D.
"Logramos la tecnología necesaria para hacer una película llena de acción pero también con conciencia, que permitiera al espectador pensar en cómo interactúa con la naturaleza y con el resto de las personas", señaló el director de Titanic.
Poco después y entre los más jóvenes se desató la euforia cuando aparecieron los protagonistas de New Moon, la segunda parte de Twilight.
"Es una cinta tremendamente emocional", apuntó Kristen Stewart, Bella en el filme, donde la presencia de Edward (Robert Pattinson) será mucho mayor que en la novela de Stephenie Meyer, según anunció el joven intérprete.
El Comic-Con echó el telón en su primera jornada con la aparición de Johnny Depp, encargado de calentar el ambiente previo a un avance de Alice in Wonderland, la nueva película de Tim Burton. "Hey, estoy contento de estar aquí", dijo Depp. No necesitó más para provocar miles de flashes y... más suspiros.
Texto: Antonio Martín Guirado (Efe)