"El señor de los cómics" by Chema R. Morais (Heraldo)

No hay evento con un tebeo implicado en el que no esté Juan Royo. Tras años dedicándole su ocio, ahora, edita un libro.
La cosa es seria.
Todo lo seria que puede ser viniendo de un economista y profesor de la Universidad de Zaragoza que escribe a menudo en publicaciones económicas.
Pero no sobre números y dineros, no.
Al entrar en su casa, cualquiera adivinaría su currículum.
Una figura de Luke Skywalker mira desde una estantería.
En otro cuarto, hace lo propio un Madelman o uno de los 'Watchmen'.
Como Spiderman en sus historias, cientos de cómics trepan por sus paredes.

Y de todas las épocas porque no ha tirado ni uno.
"No tiene nada que ver con mi trabajo. Pero no voy a bares ni hago viajes largos: mi ocio es para la familia y los tebeos".
Y tanto. Porque Juan Royo no pinta ni hace guiones, pero está en toda actividad relacionada con los cómics que se celebre en Aragón -y parte del extranjero-. En algunas ocasiones, como colaborador, como en el caso del Salón del Cómic de Zaragoza o el de Caspe. Y en otras, directamente, como organizador. Como la exposición 'Aragón, tierra de tebeos', que llevó al Joaquín Roncal en 2007 o la que ya prepara para junio en el Palacio de Montemuzo: una retrospectiva de Rafael López Espí, autor de las portadas de los superhéroes de la Marvel en España. "No soy un estudioso, solo un fan y un divulgador -se define-. Como economista, veo que hay autores que no saben de márquetin, y me parece importante dar a conocer su obra".
Con tanto esmero lo ha hecho que, ahora, lanza un libro con muchos de los artículos que lleva publicados desde 2006, reuniendo a todos esos dibujantes de referencia en el cómic nacional y que, gracias a esta vocación, Juan ha tenido ocasión de conocer.

"Es un libro muy personal y visual, que reúne desde a Antonio Bernal Romero, responsable de las ilustraciones del Capitán Trueno, hasta autores aragoneses como Nacho Casanova o los colectivos Malavida o Gato Negro", explica.
El volumen, que se llama 'Un tratado de cómic', se presenta en la FNAC el 23 de abril, Día del Libro, y en él ha tenido mucho que ver Fernando Monzón, responsable de la novela gráfica sobre Agustina de Aragón.
"Me encontré un día a Jesús Castillo, organizador del Salón del Cómic de Zaragoza, y me felicitó por mi libro.
¡Era una idea de Fernando y yo aún no sabía que se iba a editar", recuerda.
Como se acuerda también del primer cómic que tuvo, un ejemplar de Don Miki.
Después, vinieron los Mortadelos y Zipi y Zapes.
"Desde que tengo uso de razón, me recuerdo coleccionando tebeos".
Ahora, ese uso de razón parece haberlo perdido, porque no solo tiene cómics por su despacho, sino por el resto de su casa, en el pueblo.
Y con la misma ilusión que cuando su padre le compraba las primeras historias de Astérix, publicadas por Pilote a 95 pesetas.
"El año pasado, cuando Ibáñez vino a Zaragoza, le llevé una maleta entera de Mortadelos. Mi mayor fetiche siempre han sido los dibujos y autógrafos de los autores", explica.
Menos mal que sus amigos lo conocen y dice que aún lo aguantan.
"Es una afición que choca mucho en adultos. Hay poca cultura de cómic. Pero no es un género exclusivo de niños y yo me he empeñado en difundirlo".
No hace falta que lo diga

Texto: CHEMA R. MORAIS
Foto: JOSé MIGUEL MARCO

(Heraldo, 21/4/2010)