Muerte 'blanca': cuando el trabajo te mata

Turín, 6 de diciembre de 2007. A la una y media de la madrugada estalla un violento incendio en la sede del coloso alemán del acero ThyssenKrupp. Las llamas devoran a siete obreros. Uno muere inmediatamente; el resto fallece, uno a uno, a lo largo de las siguientes semanas. La tragedia sacudió entonces a todo el país y despertó la rabia de la población por el problema de la seguridad en el trabajo. El dibujante Manuel de Carli, autor con Alessandro di Virgilio de la novela gráfica 'ThyssenKrupp, morti speciali' (BeccoGiallo Editore), devuelve a la memoria los días después del accidente: "Las calles de Turín se llenaron de gente, fue una manifestación espontánea contra las muertes en el trabajo, que en Italia llamamos 'muertes blancas'".
'El trabajo mata más que la guerra'
¿Por qué 'muertes blancas'? "A pesar de ser un problema de importancia nacional -explica el dibujante-, los fallecimientos en el trabajo son invisibles a los ojos de politica e información". El país tiene el dudoso honor de ser la nación europea con más decesos laborables. "Casi tres al día, ¿no es increíble?", afirma De Carli. "Si lo piensas, en Italia el trabajo mata más que la guerra". Efectivamente, en 2009 perdieron la vida mientras trabajaban cerca de 1000 personas en Italia, más del doble que en España, según los datos del Ministerio de trabajo. "Recuerdo las declaraciones de un obrero alemán que, entrevistado sobre el accidente de Turín, dijo: 'Los trabajadores italianos son unos héroes'. Te da qué pensar", dice el caricaturista. En la acería las normas de seguridad se habían desatendido a la espera del cese de las actividades: "Los extintores estaban vacíos y los obreros llevaban más de 12 horas trabajando a causa de la falta de personal".
El cómic 'ThyssenKrupp, morti speciali' ('ThyssenKrupp, muertes especiales') sirve como ejemplo de las capacidades informativas de este medio. "Existen todavía muchos prejuicios sobre las viñetas -comenta-, pero yo pienso que una novela gráfica puede tener la misma fuerza narrativa que un libro".
Un 'reality' para los parados
El dibujante ya tiene entre manos un nuevo proyecto, también reivindicativo. "En este momento estoy colaborando con una protesta obrera no convencional, conocida como 'La isla de los parados', una suerte de parodia del reality 'Supervivientes'. Unos 20 trabajadores están ocupando desde febrero una pequeña isla deshabitada, para protestar contra la multinacional petrolera ENI que quiere dejarlos en el paro y cuentan su situación día a día a través de un blog donde he dibujado muchas caricaturas". ¿Cuánto gana un dibujante? De Carli ríe: "Hombre, en Italia es casi imposible vivir de esto. Mi 'verdadero' trabajo es gráfico y publicitario, mientras Alessandro [di Virgilio], el guionista, es inspector de trabajo. "Lo haces más porque te gusta, que para encontrar una salida de la crisis", bromea.
Respecto al empeño social de estos trabajos, su respuesta es rotunda. "No creo que el hábito de 'dibujante comprometido socialmente' te lo puedas poner y quitar cuando quiera, es más algo que sientes en el pecho", afirma, tras aclarar que "no se trata de ser héroes, es suficiente tener una sensibilidad particular".

Texto: Marco Nurra (El Mundo)