Los ratones del holocausto

No solo de novelas vive el hombre. En nuestra lista de recomendaciones literarias para el verano se ha colado un cómic considerado por la crítica como uno de los mejores de la historia, Maus (Mondadori) de Art Spiegelman (Estocolmo, 1948). Ganador de un premio Pullitzer en 1992, Maus cuenta la experiencia de un superviviente de los campos de concentración nazis. Este héroe no es otro que el padre del autor, Vladek Spiegelman, un judío polaco que cuenta a su hijo cómo fueron los días que pasó en Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial. La escritora gallega Luisa Castro (Lugo, 1966) ha sido la voz innovadora entre los escritores consultados y admite que fue su hijo quien le dio a conocer este cómic. Precisamente la relación paterno-filial entre Spiegelman y su padre ocupa un papel principal en la historia que cuenta Maus. El autor indaga en la psicología de su progenitor como superviviente de una guerra y adereza los flashbacks de este con escenas que muestran la difícil relación entre ambos. Maus es un cómic monocromo. Spiegelman eligió el blanco y negro para pintar su mejor obra de forma que la dureza de la realidad se viera fielmente reflejada en el papel. Además, un rasgo peculiar de esta historia es que los personajes están caracterizados como personas con cabeza de animal en función de su nacionalidad. Así los judíos son ratones, los alemanes gatos, los polacos cerdos, los franceses ranas, los suecos ciervos, los estadounidenses perros y los ingleses peces. Todas estas correspondencias no son, ni mucho menos, casualidad. Se trata de una metáfora a través de la cual se intenta expresar el sentimiento de los judíos por la persecución a la que se vieron sometidos durante la Segunda Guerra Mundial. Los padres de Spiegelman, Vladek y Anja, perdieron a uno de sus hijos en un campo de concentración. Cuando consiguieron huir se instalaron en Estocolmo, donde nació Art, y poco después se trasladaron definitivamente a Nueva York. En 1968 Anja se suicidó. Con 18 años y tras estudiar diseño, Spiegelman comenzó a colaborar con varias revistas, dibujando desde cromos hasta pequeños cómics. En 1980 fundó con su mujer la revista Raw y fue en esas páginas donde publicó por primera vez Maus. Uno de sus trabajos más recordados es la portada para el especial de la revista The New Yorker sobre los atentados del 11-S. En 2005, Time le incluyó en su lista de las 100 personas más influyentes del mundo.
Texto: FÁTIMA CRUZ EL PAÍS