¡Qué importante es saber argumentar!

Me cuenta Ángel Gayán el hecho verídico de una empleada doméstica en Santander que pidió aumento de sueldo.
A la señora no le sentó muy bien la solicitud, así que le preguntó:
- María, ¿por qué crees que mereces que te aumente el sueldo?
- Señora, hay tres razones:
La primera es que yo plancho la ropa mejor que usted.
- ¿Quién te ha dicho que planchas mejor que yo?
- Su esposo, señora.
- ¡OH, vaya!
- La segunda razón es que yo cocino mejor que usted.
- Eso es puro cuento, ¿quién te ha dicho que cocinas mejor que yo?
- También su esposo, señora. ¡
- ¡Ah, caramba!
- Y la tercera razón, y la más importante, es que yo soy mejor que usted en la cama
Al oírlo, la señora, completamente descompuesta y gritando le pregunta a la empleada:
- ¿Mi esposo te ha dicho eso?
- No, señora .... de momento me lo ha dicho el jardinero.
LA SEÑORA LE AUMENTÓ EL SUELDO