Carla Nicolás

La artista Carla Nicolás (Zaragoza, 1981)exhibe “Mutaciones Gráficas”, su fusión artística, fruto de su estancia en Estados Unidos, en la que combina múltiples e imaginativos registros y manifestaciones plásticas en la Sala de Exposiciones del 4º espacio cultural (Plaza de España)
Mutaciones gráficas recoge los trabajos que Nicolás ha realizado durante los años 2010-2011 en EE.UU. al ser premiada en el Concurso de Proyectos de Ampliación y Perfeccionamiento de Estudios Artísticos del año 2010 que organiza anualmente el Área de Cultura y Patrimonio. Una relación con Diputación Provincial de Zaragoza que ha continuado este año, al ser seleccionada para la exposición del XXV Premio de Arte “Santa Isabel de Aragón, Reina de Portugal”, en la especialidad de fotografía, infografía y grabado. La exposición que ahora se presenta es una fusión artística que aglutina grabado y libros de artista para hacer un recorrido que va del arte multiejemplar al libro único, libro que puede y debe ser algo más que un instrumento de lectura y que en su forma debe transmitir múltiples manifestaciones artísticas.
Mutaciones gráficas presenta múltiples registros, desde calcografías con refinadas mutaciones geométricas, como la magnífica serie “Disyunciones de un cuadrado”, hasta objetos que llevan complementos textuales para explicitar sus significados y sus veladas insinuaciones. Hay yuxtaposiciones sorprendentes, metamorfosis, excitantes maridajes entre mensaje y forma y procesos de desplazamiento y condensación como los del mundo onírico descrito por Freud. Así, nos encontramos con un libro cuya visión provoca un contrapunto turbador de sinestesias táctiles entre las relucientes tapas metálicas y el esponjoso papel que envuelve el alma de una trompeta, o con una espléndida amalgama de concepto e imagen titulada Maremoto en la cual la convulsión del mar torna visible el mundo abisal y fragmenta las tablas marinas de los que navegan su superficie, congelándolo todo en un inquietante mandala o acaso una rosa de los vientos.
Este universo calidoscópico pone de manifiesto la prolífica imaginación de Carla Nicolás y el elegante rigor constructivo con el que materializa sus ideas.