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Tú me
has matado (Astiberri, 2010) y No cambies
nunca (Astiberri, 2012) le encumbran como el autor más onírico, agobiante, estresante,
incómodo e inteligente del prolijo panorama nacional.
El Salón Internacional
del Cómic de Barcelona le premió como Autor Revelación en su edición de 2011.
Este
año está nominado a la mejor obra de autor español publicada en España en 2012.
La muerte en los ojos confirma que David también es capaz de recrear
sus lynchianas atmósferas y personajes en tan solo 24 páginas lo que multiplica
el mono en el lector por nuevas historias.
Sus adictivos y misteriosos textos
disparan la necesidad de explicaciones adicionales, de conclusiones, de
respuestas, de soluciones.
El lector no puede evitar leer, releer y volver a
leer sus hipnóticas viñetas, escudriñando reacciones y comentarios de los
desdichados protagonistas y detalles en apariencia nimios que se engarzan para
desentrañar terroríficos desenlaces.
Cintas magnetofónicas, jeringuillas, colillas,
guacamayos rojos de la selva de Panamá, el ying y el yang, el
alfa y el omega.
La creciente tensión que provoca el sórdido
Salomón Schwartz desemboca en angustiosas situaciones origen de reacciones
psicosomáticas y trastornos psicológicos.
Las reglas son estrictas: no se
permiten improvisaciones.
Hay que seguir las normas a rajatabla.
La muerte en los ojos es un enfermizo coctel
de drogas y sexo magistralmente dibujado al modo de grandes como Charles Burns
o Hergé.
Bienvenido al método de Schwartz control de mental, va usted a
escuchar el sonido alfa: tk tk tk tk tk tk tk tk tk tk…