Me cuenta el amigo Ángel de FNAC que a Luis Royo no le asustan los retos, más bien le estimulan. Eso es algo que conocen muy bien los miles de seguidores de su obra en todo el mundo, pero pintar en persona un fresco sobre una cúpula de 80 metros cuadrados en Moscú cobra más bien el significado de aventura y nos reafirma el momento actual de la plástica, donde se han perdido las antiguas parcelaciones y el creador vuelve a ser polifacético. Dome es el nombre del sorprendente encargo de un fan moscovita de Luis Royo para pintar la cúpula de su nuevo y lujoso castillo. Todo empezó en el verano de 2006 en Barcelona, con el desarrollo de una gran perspectiva compuesta por una pieza central y 8 anexas, que debía reunir un denominador común: sensualidad femenina. El resultado es una espectacular pintura que representa a 45 bellas mujeres que emanan la voluptuosidad, elegancia y deseo características de las creaciones de Luis Royo. La aventura real, donde el autor se convierte en el protagonista de la historia, comienza en el momento de trasladarse al frío invierno de Moscú para plasmar la imagen sobre una inmensa cúpula donde los personajes cobrarían tamaño natural. Ayudado por el pintor Rómulo Royo, su hijo, Luis Royo se enfrenta así durante más de 3 meses a una tarea titánica sin precedente entre los ilustradores de ficción contemporáneos.
Presentación este miércoles a las 12:00 en la FNAC de Zaragoza