“Obélix y compañía” (1976) es una de las más deliciosos aventuras que ha protagonizado Astérix.
El álbum, que debería ser de lectura obligatoria para los estudiantes de Económicas, cuenta como un joven economista romano llamado Cayo Coyuntural (caricatura de Jacques Chirac) pretende “pervertir” a los irreductibles galos mediante la sustitución de su idílica subsistencia por una economía de mercado basada en la venta de menhires.
Al final, el intervencionismo, la falta de confianza en el sistema por parte de los nuevos capitalistas y la shumpeteriana aparición de un enjambre de competidores (los propios romanos, los hispanos, los egipcios, ... ¡todo el mundo hace menhires!) derrumban los precios, arruinando las arcas de Julio César.
En los tiempos actuales en donde el debate entre keynesianos y liberales se recrudece, Goscinny nos plantea una crítica visión del sistema económico imperante.
“Es agradable ver como el pueblo revive sus tradiciones ancestrales” afirma el druida Panorámix mientras observa complacido una monumental pelea.
Con una aldea rodeada de campamentos romanos se entiende que la autarquía sea un bien preciado.
¿Seguiría pensando lo mismo en la aldea global del siglo XXI?.
El álbum, que debería ser de lectura obligatoria para los estudiantes de Económicas, cuenta como un joven economista romano llamado Cayo Coyuntural (caricatura de Jacques Chirac) pretende “pervertir” a los irreductibles galos mediante la sustitución de su idílica subsistencia por una economía de mercado basada en la venta de menhires.
Al final, el intervencionismo, la falta de confianza en el sistema por parte de los nuevos capitalistas y la shumpeteriana aparición de un enjambre de competidores (los propios romanos, los hispanos, los egipcios, ... ¡todo el mundo hace menhires!) derrumban los precios, arruinando las arcas de Julio César.
En los tiempos actuales en donde el debate entre keynesianos y liberales se recrudece, Goscinny nos plantea una crítica visión del sistema económico imperante.
“Es agradable ver como el pueblo revive sus tradiciones ancestrales” afirma el druida Panorámix mientras observa complacido una monumental pelea.
Con una aldea rodeada de campamentos romanos se entiende que la autarquía sea un bien preciado.
¿Seguiría pensando lo mismo en la aldea global del siglo XXI?.