Nacho Casanova es un estupendo dibujante e ilustrador y que aunque vive en Valencia hay que recordar que es aragonés (y que estudió en los Agustinos) y al que tendré el placer de presentar su último tebeo Autobiografía No Autorizada, este sábado 20 de octubre en la FNAC en Zaragoza a las 19:30.
Cuántas veces estás cenando con tus amigos y has pensado “si alguien escribiera un libro sobre nosotros…” Pues eso es precisamente lo que ha hecho Nacho Casanova con el tebeo Autobiografía No Autorizada de Bang Ediciones. “Me he limitado a contar esas historias como haría una noche de sábado cenando con unos amigos: sin florituras, sin alardes, dejando que fluyan. Son, sobre todo, una serie de historias que atrapan al lector porque le permiten identificarse”, explica el autor. Autobiografía No Autorizada nos transmite tranquilidad. La sensación que nos produce es la del vecino abriéndote la puerta, como si lo conocieras de toda la vida. Nos invita a penetrar en su mundo, imponiéndonos su ritmo, sus costumbres, sus amigos, y nos dejamos llevar. Nos vemos absorbidos en una serie de historias cortas donde entran y salen personajes en situaciones que a veces parecen salidas directamente de nuestro día a día. El costumbrismo de su trazo es tal que el lector piensa, al leer cada una de las historias de este álbum, que eso mismo le podría haber pasado a él. O que ya le ha pasado. O que conoce a alguien que una vez le contó algo parecido. “Comencé a escribir Autobiografía No Autorizada sin saber cómo acabaría siendo el proyecto. Tenía ideas para diferentes historias, y todas ellas transcurrían en un entorno que es fácilmente identificable con nuestra realidad más cotidiana. Muchas de esas ideas partían de anécdotas reales. Una vez decidí que todas esas historias le iban a pasar a un mismo personaje (una especie de sosias de mí mismo), todo comenzó a encajar solo”, explica el joven historietista Nacho Casanova. Es un álbum que tiene en su personaje principal, el que le da el cariz de autobiográfico, a su piedra angular. “Necesitaba que el personaje tuviera pareja, y se la puse. Necesitaba que tuviera una serie de amistades que serían secundarios recurrentes, y se los di”, detalla Casanova. Dentro del campo de la historieta, se ha centrado en el terreno que le gusta: el costumbrismo, las relaciones personales y la experimentación con el lenguaje. Como coordinador de proyectos, ha dirigido dos revistas colectivas: Como Vacas Mirando el Tren (ganadora del premio al mejor fanzine en el Saló Internacional del Cómic de Barcelona en 1999); y así como cofundador, TOS (publicada por la editorial española Sins Entido). Además, a lo largo de los diez años que lleva metido en el mundo de la ilustración, ha realizado trabajos de todo tipo: ilustraciones publicitarias, médicas, infantiles, educativas, y un largo etcétera.
Cuántas veces estás cenando con tus amigos y has pensado “si alguien escribiera un libro sobre nosotros…” Pues eso es precisamente lo que ha hecho Nacho Casanova con el tebeo Autobiografía No Autorizada de Bang Ediciones. “Me he limitado a contar esas historias como haría una noche de sábado cenando con unos amigos: sin florituras, sin alardes, dejando que fluyan. Son, sobre todo, una serie de historias que atrapan al lector porque le permiten identificarse”, explica el autor. Autobiografía No Autorizada nos transmite tranquilidad. La sensación que nos produce es la del vecino abriéndote la puerta, como si lo conocieras de toda la vida. Nos invita a penetrar en su mundo, imponiéndonos su ritmo, sus costumbres, sus amigos, y nos dejamos llevar. Nos vemos absorbidos en una serie de historias cortas donde entran y salen personajes en situaciones que a veces parecen salidas directamente de nuestro día a día. El costumbrismo de su trazo es tal que el lector piensa, al leer cada una de las historias de este álbum, que eso mismo le podría haber pasado a él. O que ya le ha pasado. O que conoce a alguien que una vez le contó algo parecido. “Comencé a escribir Autobiografía No Autorizada sin saber cómo acabaría siendo el proyecto. Tenía ideas para diferentes historias, y todas ellas transcurrían en un entorno que es fácilmente identificable con nuestra realidad más cotidiana. Muchas de esas ideas partían de anécdotas reales. Una vez decidí que todas esas historias le iban a pasar a un mismo personaje (una especie de sosias de mí mismo), todo comenzó a encajar solo”, explica el joven historietista Nacho Casanova. Es un álbum que tiene en su personaje principal, el que le da el cariz de autobiográfico, a su piedra angular. “Necesitaba que el personaje tuviera pareja, y se la puse. Necesitaba que tuviera una serie de amistades que serían secundarios recurrentes, y se los di”, detalla Casanova. Dentro del campo de la historieta, se ha centrado en el terreno que le gusta: el costumbrismo, las relaciones personales y la experimentación con el lenguaje. Como coordinador de proyectos, ha dirigido dos revistas colectivas: Como Vacas Mirando el Tren (ganadora del premio al mejor fanzine en el Saló Internacional del Cómic de Barcelona en 1999); y así como cofundador, TOS (publicada por la editorial española Sins Entido). Además, a lo largo de los diez años que lleva metido en el mundo de la ilustración, ha realizado trabajos de todo tipo: ilustraciones publicitarias, médicas, infantiles, educativas, y un largo etcétera.