Iris Lázaro y Eduardo Laborda




























Iris Lázaro (Trevago, Soria, 1952) estudió en la escuela de Artes Aplicadas de Zaragoza. Ha expuesto en China, en Japón, en la embajada española en París, en la Sala Gaudí (Barcelona), en Basilea (Suiza). Es premio Mariano Barbasán (Zaragoza) y premio San Jorge de pintura.El arte de Iris se engloba dentro de la Nueva Figuración. La crítica ha dicho de Iris que “plasma una realidad subjetiva a partir de una realidad tangible y objetiva”. Yo pienso que es al revés. Iris fotografía lo real pero lo hace irreal. Sus paisajes sorianos me recuerdan los páramos de Rohan, sus envejecidos y descascarillados muros de piedra, las ruinas de Gondor y sus mares bravíos, las costas desde donde los elfos parten hacia su exilio. Todo ello tamizado por la maravillosa luz del arte de Iris que originaliza su pintura convirtiendo lo cotidiano en sueño y en mágica evocación. La vida pasa. Melancolía y nostalgia envueltas en virtuosismo.
Como Iris, Eduardo Laborda (Zaragoza, 1952) también estudió en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos. El arte de Eduardo mezcla mitología griega y una nostálgica Zaragoza. Hiperrealistas obras de gran formato como las industriales Estación del norte, La Montañanesa, Escoriaza y Fabro y Chocolates Orús y el paisaje urbano zaragozano pero también dibujos muestran diferentes regsitros de hiperrealismo. Apasionante fue su exposición en Cajalón, “Simbolismo Barroco”. José Ramón Morón le define como un artista "poliédrico (pintor, dibujante, director de la revista Pasarela, director de cine, editor, etcétera)", un pintor que "ha trabajado contracorriente porque su pintura quizá no se llevaba en el momento en que la pintaba".