¡Confiturera, frene la euforia! Un arquitecto escuálido llamado Aurelio (o Eulalio... o Ausencio) dice que lo más auténtico es tener un abuelito que lleve un traje reticulado y siga el arquetipo de aquél viejo reumático, desahuciado y repudiado, que consiguiera en su tiempo ser esquilado por un comunicante que cometió adulterio con una encubridora cerca del estanquillo (sin usar estimulador). Si el peliagudo enunciado de la ecuación la deja irresoluta, olvide su menstruación y piense de modo jerárquico. No se atragante con esta perturbación, que no va con su milonguera y meticulosa educación.