Aquí teneis un tarsero, uno de los monos más pequeños del mundo (15 cm de longitud), que puede ver en la oscuridad, girar su cabeza 180 grados y casi no ha evolucionado desde la época de los dinosaurios.
De enormes ojos marrones, los de mayor tamaño en relación al cuerpo de todos los mamíferos, duerme durante el día mientras espera hasta la noche para capturar insectos y murciélagos saltando desde las ramas a las que están casi siempre agarrados.
Vive en Filipinas y el nombre le viene de sus largos tarsos o falanges, con los que pasa la mayor parte del tiempo enrollado a los árboles.
La foto es de Efe pero no dice quien es el fotógrafo.