El sector del arte ha vivido la mayor contracción de su historia durante los dos últimos años. El mercado de las antigüedades ha tenido un rendimiento más alto de los previsto. El mercado del arte se desdibujó durante el año pasado. La recesión difuminó un negocio que, con la esperanza de perfilar su recuperación, se reúne en Maastricht hasta el 21 de marzo. En esta pequeña ciudad holandesa se celebra The European Fine Art Fair (Tefaf), la feria de arte y antigüedades más prestigiosa del mundo, por la que pasan las grandes fortunas del planeta y los coleccionistas más exigentes. “El mercado del arte ha vivido la mayor contracción de su historia durante los últimos dos años. La caída de las ventas ha sido de un 26%, hasta los 31.300 millones de euros, y la expectativa para este año es similar”, asegura Claire McAndrews, fundadora de la firma de consultoría Arts Economics y autora del estudio El mercado internacional del arte, 2007-2009. A pesar de este desplome, las ventas todavía se sitúan muy por encima de cualquier ejercicio anterior a 2006. “Como en otros aspectos de la economía, es un mercado cada vez más globalizado. China ha alcanzado una cuota del 14% en menos de diez años y 2009, fue su mejor ejercicio”, explica McAndrews en un encuentro durante Tefaf. Sin embargo, este dato no ha tenido su reflejo en la feria de ferias, dónde sólo hay un marchante de origen chino, Pekin Fine Arts.
Las piezas ‘baratas’
“Es fácil vender los objetos muy caros o los muy baratos, estas piezas siempre encuentran compradores. Sin embargo, hay muchos ejemplos de precio medio que no tienen salida”, comenta esta experta. Las piezas baratas, de menos de 5.000 euros, representan tres cuartas partes de este mercado tan diversificado, en el que hay multitud de especialistas. En Tefaf se puede encontrar desde un cuadro del francés Paul Gauguin valorado en 18 millones de euros, hasta el óleo Jeune fille en bleu, de Amedeo Modigliani, que está a la venta por 12,75 millones de euros, pasando por la cama que perteneció al diplomático francés Charles Talleyrand, de 380.000 euros. Pese a que la pintura acapara la atención por sus desorbitados precios, en Tefaf se puede adquirir cualquier objeto de lujo coleccionable que no sea un coche: muebles, porcelana, joyas o escultura. Incluso las maravillas de los zares rusos están a la venta. En este sentido, según apunta McAndrews, muchas de las grandes fortunas han desviado su atención de los vehículos de lujo, los yates y los jets privados hacia los activos de valor tangible a largo plazo, como son el arte y las antigüedades. Gracias a este tipo de inversiones, el mercado de las antigüedades, a pesar de sufrir los efectos de la recesión, ha tenido un rendimiento mucho más alto de lo previsto. Pero, ¿cómo se ha comportado el mercado español durante este periodo? “Las transacciones han caído un 20%, pero es un mercado muy pequeño, representa sólo el 0,4% de todo el mundo”, comenta McAndrews. Y es que, en España se realizaron ventas por valor de 47,6 millones de euros.
Un año duro
El catedrático Benito Navarrete, miembro de uno de los 26 comités de expertos del The European Fine Art Fair para la tasación de calidad y autenticidad de las obras apunta que ha sido un año duro, pero confía en que la feria sea un estímulo. El experto en arte destaca, entre muchas otras, dos obras españolas en busca de comprador: el óleo de Antonio López titulado Madrid desde las Torres Blancas, con un valor que podría alcanzar las siete cifras; y una obra de José María López Mezquita, que el anticuario López Aragón tiene a la venta por 900.000 euros. También hay numerosos trabajos del malagueño Pablo Picasso, repartidos en infinidad de galerías de todo el mundo.
Fuente: Guillermo Escribano (Expansión)
Las piezas ‘baratas’
“Es fácil vender los objetos muy caros o los muy baratos, estas piezas siempre encuentran compradores. Sin embargo, hay muchos ejemplos de precio medio que no tienen salida”, comenta esta experta. Las piezas baratas, de menos de 5.000 euros, representan tres cuartas partes de este mercado tan diversificado, en el que hay multitud de especialistas. En Tefaf se puede encontrar desde un cuadro del francés Paul Gauguin valorado en 18 millones de euros, hasta el óleo Jeune fille en bleu, de Amedeo Modigliani, que está a la venta por 12,75 millones de euros, pasando por la cama que perteneció al diplomático francés Charles Talleyrand, de 380.000 euros. Pese a que la pintura acapara la atención por sus desorbitados precios, en Tefaf se puede adquirir cualquier objeto de lujo coleccionable que no sea un coche: muebles, porcelana, joyas o escultura. Incluso las maravillas de los zares rusos están a la venta. En este sentido, según apunta McAndrews, muchas de las grandes fortunas han desviado su atención de los vehículos de lujo, los yates y los jets privados hacia los activos de valor tangible a largo plazo, como son el arte y las antigüedades. Gracias a este tipo de inversiones, el mercado de las antigüedades, a pesar de sufrir los efectos de la recesión, ha tenido un rendimiento mucho más alto de lo previsto. Pero, ¿cómo se ha comportado el mercado español durante este periodo? “Las transacciones han caído un 20%, pero es un mercado muy pequeño, representa sólo el 0,4% de todo el mundo”, comenta McAndrews. Y es que, en España se realizaron ventas por valor de 47,6 millones de euros.
Un año duro
El catedrático Benito Navarrete, miembro de uno de los 26 comités de expertos del The European Fine Art Fair para la tasación de calidad y autenticidad de las obras apunta que ha sido un año duro, pero confía en que la feria sea un estímulo. El experto en arte destaca, entre muchas otras, dos obras españolas en busca de comprador: el óleo de Antonio López titulado Madrid desde las Torres Blancas, con un valor que podría alcanzar las siete cifras; y una obra de José María López Mezquita, que el anticuario López Aragón tiene a la venta por 900.000 euros. También hay numerosos trabajos del malagueño Pablo Picasso, repartidos en infinidad de galerías de todo el mundo.
Fuente: Guillermo Escribano (Expansión)