La crisis, que ha extendido sus redes a todos los sectores, ha encontrado en los tebeos un hueso duro de roer. Al menos eso se desprende de las cifras registradas en el último Salón del Cómic celebrado este fin de semana en Zaragoza, que cerró ayer sus puertas batiendo todos sus récords y superando las 16.000 visitas. Jesús Castillo, director del salón, manifestaba ayer su satisfacción ante los números contabilizados a las 20.00 horas, cuando todavía quedaba una hora para cerrar "y sigue entrando gente". Y es que, ante los flojos resultados obtenidos por otras ferias debido a la situación económica, el objetivo era "tratar de mantener las cifras del año pasado, en el que se contabilizaron 14.600 visitas".
El responsable del salón, organizado por el Ayuntamiento, es consciente de parte del éxito se debe a que "el tebeo es un objeto más asequible que otros, y eso ha hecho que las ventas también hayan sido buenas". De ahí que en cuanto a público y resultado económico, califique a esta edición de "impresionante".
ÉXITO DE LOS ARAGONESES
Una edición, que comenzó en la sala Multiusos el viernes y concluyó ayer, en la que quizá no hubo un autor tan popular como Francisco Ibáñez con sus Mortadelo y Filemón, que el pasado año fue la estrella, pero no ha hecho falta "pues el aragonés Antonio Altarriba --guionista de El arte de volar, dibujado por Kim y Premio Nacional de Cómic 2010-- vino el sábado y ha tenido que repetir el domingo, lo mismo que Miguel Fuster", explica. Autores de renombre que quizá no son tan mediáticos pero atraen al personal "lo que demuestra que hay un público que aprecia los buenos cómics y a sus autores más allá de los nombres", dice Castillo.
Además de Altarriba, Fuster o Miguel Gallardo, autor de María y yo, quien ayer compartió unos talleres con los miembros de la Asociación La Travesía, los grandes triunfadores de esta edición "han sido sin duda los autores aragoneses", asegura Castillo. "Jorge Asín y Moratha se han hinchado de firmar y su álbum Pilar ultimate es el más vendido del salón este año; y lo mismo se puede decir de Aventura bajo el Pirineo de Daniel García-Nieto, que también ha tenido una gran acogida", recalca.
Lo que está claro es que el Salón del Cómic de Zaragoza no solo se ha asentado como una de las propuestas más atractivas de la ciudad de cara a la Navidad, sino que va a más. Algo que parece invitar a incluir novedades para tratar de crecer, aunque Castillo es cauto: "Tal y como están las cosas con los recortes de presupuestos nos conformamos con que el salón se mantenga. Claro que hay ideas, como sacar fuera una carpa que acoja todo lo de manga, sacar el cartel a concurso... Pero todo eso hace crecer los gastos", dice resignado. Eso sí, se muestra orgulloso de lo que se hace "pues hoy en día del salón de Zaragoza ya se toma en consideración. Antes solo se hablaba de Madrid, Barcelona y Guecho y ahora ya estamos también nosotros".
Texto: Juan Carlos Garza (EL PERIÓDICO DE ARAGÓN)
Foto: Edu Navarro