Juan Royo: “Astérix y Obelix es un manual de economía”

Publicado el 15 marzo, 2012 por Maribel Guardiola Vidallet en OCIO URBANO ZARAGOZA
Profesor de la Universidad de Zaragoza, director de la revista on line CulturaRSC y amante del mundo del cómic. Éste es el perfil de Juan Royo. Un economista que ha conseguido fusionar los tres ámbitos en uno solo. Hoy explica a sus alumnos temas como la inflación o el marketing con ejemplos sacados de tebeos como Astérix y Obelix.
Desde muy pequeño Juan Royo era lector de todo tipo de tebeos. Una lectura que hoy trata de transmitir a la sociedad en general. En los años 60 el mundo del cómic tenía un gran número de seguidores. Hoy se ha reducido y por ello Royo colabora con sus artistas para organizar exposiciones, charlas o talleres que sirvan de impulso para este arte. En 2011 recibió el Premio Popular a la Divulgación en el Salón del Cómic de Barcelona y ese mismo año publicó el libro “Un tratado de cómic”.
PREGUNTA.- ¿Cómo prefiere que le presenten como economista o divulgador de cómics?
RESPUESTA.- Como las dos cosas. Soy las dos cosas. Soy economista, trabajo en la Universidad y me dedico sobre todo al tema de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Ésa es mi profesión, pero además tengo un hobby que es el cómic y la divulgación cultural en general.
P.- ¿De dónde le viene esa pasión por el mundo del cómic?
R.- Yo desde que tengo uso de razón me recuerdo leyendo tebeos. Los primeros que tuve eran el Lucky Luke, Astérix, Titín… Eran los que me compraba mi padre. Luego empecé a comprarme los de El Capitán Trueno, El Guerrero del Antifaz… Y después todos los de los superhéroes como Spiderman, Los 4 Fantásticos…
P.- Y si pudiera elegir ser un héroe de cómic, ¿cuál elegiría?
R.- A mi me gustaba mucho DareDevil. Es un superhéroe, abogado y ciego. Es una pasada porque es un abogado muy bueno, que liga con chicas muy guapas y encima también es superhéroe. Además, fíjate que buen ejemplo de superación para la discapacidad.
P.- Usted es economista y sobretodo amante de los cómics. Pero son ámbitos muy distintos…
R.- A mí me gusta mucho el cómic, pero además de ser un gran amante del cómic soy muy fetichista. Es decir, a mí me gusta conocer a los autores, a mis ídolos y me gusta que me hagan dibujos, que me dediquen los libros, tener cuadros de ellos… Sin embargo, a los autores les falta esa visión de marketing, de divulgación y comunicación. Una carencia que puedo suplir yo porque al ser economista tengo una visión más comercial de las cosas y entonces les ayudo a divulgar su obra. Yo estoy encantado porque les conozco y me hago amigo de ellos, y ellos están encantados porque les aporto esa visión más comercial. Procuro montarles exposiciones, encontrarles trabajo, talleres o cosas así. Además me llaman muchas veces para que presente sus libros. Y por otro lado, escribo en el Heraldo de Aragón una columna de cultura y de vez en cuando reseño la obra de alguno de ellos y eso también es publicidad.
P.- ¿La difusión del cómic es más complicada que otros trabajos literarios?
R.- En Aragón hay mucha calidad y mucha oferta de muy buenos dibujantes. El problema es que hay poca demanda. Y es una pena. El Guerrero del Antifaz en los años 40 conseguía vender 150.000 ejemplares a la semana. Hoy en día, una tirada que sea la bomba vende 5.000. Pero claro, en aquella época el tebeo no tenía competencias, el que quería divertirse o leía tebeos o no hacía nada. No había televisión, ni DVD, ni ordenadores, ni cines, ni videojuegos… No había nada.
P.- ¿Qué se podría hacer para invertir esa tendencia?
R.- Yo creo que las nuevas tecnologías pueden ser un buen soporte para el cómic. Alguien puede decir que prefiere el cómic en papel, pero claro ¿cuánta gente está dispuesta a comprarse los cómics en papel si es tan caro? Yo no compraría todo, solo lo que realmente me gustase. En cambio si fuera mucho más barato me compraría más cosas y si encima tuviera la posibilidad de almacenarlo todavía adquiriría más cosas. Ése es el beneficio de las nuevas tecnologías.
P.- Es paradójico que sean las nuevas tecnologías lo que relance un sector con tantos años de historia…
R.- Pero además se tiene que producir también un cambio cultural, que la gente empiece a comprar tebeos. Pero ésto es como todo, ¿por qué se pone de moda algo? En muchos casos es por suerte. Y luego también por las instituciones y las empresas… En el cómic el problema que hay es que es un sector que está muy enfrentado entre ellos. Los escritores con los editores, los libreros con los distribuidores y no se dan cuenta que todos están en el mismo barco. El autor tendría que estar en la misma dirección que el editor, lo que pasa que uno es empresario y el otro trabajador.
Otro problema es que hay tanta calidad de gente joven que pagaría lo que fuese por ver publicado un tebeo suyo y eso devalúa el precio. Además, hay una avalancha de novedades. El librero tiene que estar todo el rato embalando y desembalando, y no puede atender todo lo que te llega porque todos los días le llegan novedades.
EL CÓMIC COMO EJEMPLO DE ECONOMÍA
P.- Además el cómic también le sirve para explicar a sus alumnos la economía, ¿no?
R.- Sí, sí. En mis clases, muchas veces, pongo ejemplos de cómic como Dare Devil. Es un discapacitado y eso no le impide tener éxito en un montón de facetas de la vida.
P.- ¿Así atrae mejor la atención de sus alumnos?
R.- Sí, sí. Hablo de muchos libros que explican la economía. Por ejemplo, hay un cómic de Asterix y Obelix que para mí es el mejor. Se llama “Obelix y compañía” y es un manual de economía. Por un lado están los galos y por otro el César. Éste esta agobiado porque no les puede conquistar. ¿Cómo puede conquistarlos? Con el dinero. Lo que hace es pervertir su sistema autárquico de economía. ¿Qué significa un sistema autárquico? Que no entra nada del exterior. Entonces el César introduce el dinero y empieza a comprarles los menires que no valen nada pero están en su sistema. ¿Qué pasa? Los menires cada vez se pagan más caros y la gente deja de cazar jabalíes para hacer menires y así los trata de corromper. Ahí se habla de conceptos de marketing, de inflación, de polusión de mercado, de dumping…
Y hay más. Otro ejemplo, en el tebeo “Residencia de los Dioses”, también de Asterix y Oblélix, se habla de temas medioambientales. El César pone una residencia de lujo justo al lado de la aldea para corromper a los galos y arrasa todo el bosque para construir… O sea, aquí se puede hablar de todo el tema publi inmobiliario.
P.- Entonces, ¿todo el tratado de economía lo tenemos en Asterix y Obelix?
R.- Y tanto. Una forma sencilla de enterarte de muchas cosas.
P.- Además de profesor y divulgador de cómics, también diriges la revista on line CulturaRSC. ¿Cómo surgió la idea?
R.- Surge a raíz de un blog personal sobre RSC que creé en 2006. Cada vez tenía más visitas y la gente me preguntaba por cosas sobre Responsabilidad Corporativa. Entonces tomé la decisión de crear otro independiente con temas más serios, económicos… Y monté el blog de la CulturaRSC y el año pasado pensé en llevar este formato al mundo on line. Me puse en contacto con mis amigos Iván Ordovás y José Antonio Ávila y entre los tres montamos la revista www.culturaRSC.com
P.- ¿Cuál es su filosofía?
R.- Lo que pretendemos es ser una revista on line diaria que tenga noticias, fundamentalmente. Tiene tres secciones fijas anuales que son el editorial, la entrevista a un personaje de relevancia y la columna de opinión. Además de forma semanal publicamos un apartado de consumo responsable donde ponemos lo que nos gusta y lo que no nos gusta. Y por supuesto, tenemos noticias que procuramos actualizarlas de forma diaria.
P.- La revista se llama CulturaRSC.com, pero el término de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) ¿se conoce?
R.- Es un término que la gente lo oye y oye campanas porque no sabe lo que es realmente. Yo el problema que más veo con la RSC es que todo el mundo lo ataca desde la política. Los que son de derechas piensan que esto es algo de talibanes medioambientales y los que son de izquierdas piensan que es la excusa del neoliberalismo cuando no tiene nada que ver con la política. Esto es management empresarial. Yo lo que estoy proponiendo es que en tu trabajo la gente esté más motivada. No estoy proponiendo otra cosa. Pido a las empresas que cumplan lo que le exige la ley para tener mejor imagen, no solo por una cuestión de marketing sino de estrategia porque todas esas actividades van a redundar en un crecimiento de valor para ti y además sostenible. El corto plazo ya hemos visto donde nos ha llevado.
La RSC no está en contra de la especulación, la RSC está en contra, como cualquier otra teoría, de la información privilegiada, de la manipulación de los mercados, del dumping, de la corrupción de los precios… Yo no soy especulador, no porque crea que es algo malo, sino porque no sé sacar valor con la especulación.