La integración de diferencias culturales aumenta la competitividad, la rentabilidad y productividad de la empresa

La Asociación de Empresarios Gallegos en Madrid (AEGAMA) y la Fundación para la Diversidad, con el apoyo de La Caixa, ponen de manifiesto la necesidad de que las organizaciones planteen una estrategia para la gestión de la diversidad si quieren llevar a cabo un proceso de internacionalización. Para ello, celebraron est asemana en la sede madrileña de la Casa de Galicia, la jornada “Internacionalización y Gestión de la Diversidad”, un evento en el que se mostró los diferentes cauces que puede desarrollar una empresa en materia de diversidad. Para Javier Benavente, Presidente de la Fundación para la Diversidad, lo importante es que la integración de diferencias culturales se traduzca en beneficios para la compañía como puede ser la competitividad, la rentabilidad y por supuesto la productividad de sus empleados.
Pedro Yus Novella dió a conocer las peculiaridades de las empresas cuando su actividad se internacionaliza, además de los aspectos en materia de Recursos Humanos y negociación con clientes: “Me llama la atención el tamaño de las empresas que están saliendo fuera y los destinos. En su mayoría son PYMES y micropymes”. El 41,7% de los ejecutivos y directivos españoles tiene un retorno anticipado. Es decir, el doble que en el caso de los directivos europeos. Esto nos lleva a pensar que aún nos queda mucho trabajo por hacer en esta materia.
José Manuel Fuentes abordó la falta de proyección internacional de las organizaciones españolas y la necesidad de aprovechar esta oportunidad parta poder mejorar la situación económica del país. Fuentes aseguró que entre las razones por las que las empresas españolas no salen al exterior es porque la mayoría de nuestro tejido empresarial está compuesto por PYMES, donde la cultura común, el arraigo y la dificultad para gestionar la diversidad son también decisivas a la hora de afrontar estas operaciones. No obstante, la Globalización y la actual crisis están llevando a muchas empresas a analizar su proyección en el mercado exterior y prueba de ello es que las oportunidades de internacionalización son cada vez mayores. José Manuel nos comentaba también que aún hoy hay miedo a la gestión de la diversidad en muchas empresas, lo que hace que muchas organizaciones no quieran aventurarse en el exterior. Para Fuentes es de suma importancia tener definido el modelo de negocio que queremos exportar.
La globalización y la actual crisis económica nos obliga a replantearnos si estamos en el lugar adecuado, por lo tanto, es imprescindible que nos organicemos y veamos cómo y de qué forma la diversidad cultural es un aliado y no el enemigo.