Juan Royo presenta “Un mundo en viñetas”, una visión sostenible a través del comic
El autor de “Un tratado de cómic” profundiza en las interacciones del cómic con la sociedad, la economía, el medio ambiente, la historia o la ciudad.
En este nuevo libro “Un mundo en viñetas”, el autor de “Un tratado de cómic” profundiza en las interacciones del cómic con la sociedad, la economía, el medio ambiente, la historia o la ciudad.
“El comic puede ayudar a fomentar la cultura medioambiental.
La combinación de texto e imagen provoca que las ideas claves puedan ser lanzadas con gran eficacia (logrando nuestro objetivo: alertar) y eficiencia (consumiendo muy pocos recursos en tanto que su lectura no ocupa mucho tiempo y la comprensión del mensaje es más digerible y atractivo que un libro, mucho más árido al carecer de llamativas imágenes). No obstante no hay que caer en el error de pensar que literatura y cómic son disciplinas sustitutivas. En general el cómic muestra ideas directas o resúmenes mientras que un libro puede ahondar en detalles, fuentes, hipótesis,… Literatura y cómic se complementan a la perfección”, considera Juan Royo que recurre al perro de Astérix, Ideafix, para recordar que “llora cada vez que alguien arranca de cuajo un árbol”.
“En 'La residencia de los Dioses' de Astérix y Obélix se da un choque de culturas entre los galos y los romanos porque los romanos para construir una residencia de lujo tienen que arrasar con todo el bosque y eso es algo que los galos no están dispuestos a consentir.
En otro momento del álbum, el druida Panoramix les ofrece a los esclavos romanos una poción mágica para que puedan trabajar de forma de forma constante sin cansarse.
De esa manera no es necesario que los capataces les den latigazos para “incentivarles” a concluir su cometido.
Son más productivos y los romanos se jactan de lo que bien que trabajan, del ahorro de costes en latigazos y del aumento de la productividad que se produce al no tener necesidad de castigarles.
RSC en estado puro. La zanahoria mucho mejor que el palo”, valora Royo que indica que “los superhéroes tampoco son ajenos a la lacra de la pobreza y de la marginación”.
“Quien quiera ver en todos los superhéroes tebeos infantiles se confunde. Espeluznantes son las viñetas en las que Tormenta pasea por un barrio degradado de Nueva York hasta llegar a un picadero de drogadictos. Terrorífico comprobar que los yonkis apenas rondan los 13 años. Dramática la violencia con la que reaccionan ante la presencia de Ororo. La sentencia de Powerman no admite réplica: “nuestra sociedad está más preocupada en encerrarles que en intentar darles una oportunidad”.
El héroe de alquiler, cual moderno Pepito Grillo, nos lanza un aldabonazo directo a nuestra conciencia. Todo ello sucede en 'Llora por los niños', un cómic clásico de superhéroes en el que los maestros Chris Claremont, John Byrne y Terry Austin firman una joya imprescindible del pop-art”, concluye Juan Royo.
Texto: Pablo Martín (@pablomartin78) CORRESPONSABLES