David Terrer, Carlos Azagra, Encarna Revuelta y Jorge Asín.
Menudo póker de ases ha reunido Daniel Viñuales en el que será, sin duda, el cómic aragonés del año. Aragón se ha convertido en una tierra maldita.
Un paraje desolado cuyas fronteras están cercadas con alambradas y campos de minas.
47.719 kilómetros de ciudades y pueblos vacíos azotados por viento y sol.
Ríete de la Tierra maldita del Juez Dredd, el Área prohibida de Mad Max, la Málaga de Carlos Sisí o el Vigo de Loureiro.
Un virus ha aniquilado a todos los aragoneses.
No a los murcianos ni a los madrileños.
Solo a los aragoneses.
Pero ¿todos han perecido?
No. Todos, no.
Jorge Asín (perdón, Jorge Gimeno Sanjuán) es el último aragonés vivo.
Sobrevive en la planta de Hogar y Menaje de El Corte Inglés de Paseo Sagasta, en Zaragoza, alimentándose de jascos cuervos al microondas (el pobre no tiene pan) y cerveza Ámbar.
Pero no está solo.
Una columna de vehículos blindados (¡franceses!) avanza por el puente de Santiago, arrasando los orgullosos monumentos que todavía se alzan testigos de un pasado de esplendor.
Todo el socar(b)rón humor oregonés condensado en 90 páginas acción vertiginosa, emoción, intriga y épica. Símbolos de Aragón de antaño y contemporáneos, religiosos, deportivos, guerreros y humorísticos se citan en un universo distópico.
El lenguaje cinematográfico de Terrer marida a la perfección con los lápices y pinceles de los malavideros Azagra y Revuelta.
El cine, la televisión y el cómic son primos hermanos muy bien avenidos.
Heraldo de Aragón, 3 de abril de 2014
Menudo póker de ases ha reunido Daniel Viñuales en el que será, sin duda, el cómic aragonés del año. Aragón se ha convertido en una tierra maldita.
Un paraje desolado cuyas fronteras están cercadas con alambradas y campos de minas.
47.719 kilómetros de ciudades y pueblos vacíos azotados por viento y sol.
Ríete de la Tierra maldita del Juez Dredd, el Área prohibida de Mad Max, la Málaga de Carlos Sisí o el Vigo de Loureiro.
Un virus ha aniquilado a todos los aragoneses.
No a los murcianos ni a los madrileños.
Solo a los aragoneses.
Pero ¿todos han perecido?
No. Todos, no.
Jorge Asín (perdón, Jorge Gimeno Sanjuán) es el último aragonés vivo.
Sobrevive en la planta de Hogar y Menaje de El Corte Inglés de Paseo Sagasta, en Zaragoza, alimentándose de jascos cuervos al microondas (el pobre no tiene pan) y cerveza Ámbar.
Pero no está solo.
Una columna de vehículos blindados (¡franceses!) avanza por el puente de Santiago, arrasando los orgullosos monumentos que todavía se alzan testigos de un pasado de esplendor.
Todo el socar(b)rón humor oregonés condensado en 90 páginas acción vertiginosa, emoción, intriga y épica. Símbolos de Aragón de antaño y contemporáneos, religiosos, deportivos, guerreros y humorísticos se citan en un universo distópico.
El lenguaje cinematográfico de Terrer marida a la perfección con los lápices y pinceles de los malavideros Azagra y Revuelta.
El cine, la televisión y el cómic son primos hermanos muy bien avenidos.
Heraldo de Aragón, 3 de abril de 2014