MONEDA ÚNICA, noviembre 2014
Twin Peaks (David Lynch y Mark Frost, ABC Televisón y Aaron Spelling, 1990) fue la serie de televisión de culto de una generación, la de los nacidos en los años setenta. Un asesinato sacará a la luz las miserias de un remoto pueblo.
De culto también son sus excéntricos, divertidos, ingenuos, bondadosos, atractivos, terroríficos, malvados y sádicos protagonistas:
Kyle MacLachlan (Agente especial del FBI, Dale Cooper)
Michael Ontkean (Sheriff Harry S. Truman)
Mädchen Amick (Shelly Johnson)
Dana Ashbrook (Bobby Briggs)
Richard Beymer (Benjamin Horne)
Lara Flynn Boyle (Donna Hayward)
Sherilyn Fenn (Audrey Horne)
Sheryl Lee (Laura Palmer y Maddy Ferguson).
Y la tétrica, impactante, hipnótica, inquietante y adictiva banda sonora de Ángelo Baladamenti.
Tyler Croos (Brüno, Fabien Nury, Laurence Croix, Editorial Dibbuks, 2014) es un cómic sucio, duro, amargo y violento.
El señor Di Pietro encarga a Tyler Croos el asesinato de su ahijado Tony Scarfo y el robo de un alijo de 20 kilos de heroína a cambio de 150.000 dólares. Se equivocan aquellos que piensan que el viejo Di Pietro chochea. A pesar de que uno de los pocos placeres que le quedan en la vida sea chuperretear pequeñas olivas de Calabria sigue siendo el boss.
Tyler recurrirá a la sensual C.J Harper su “relación estable” en argot policial y a Ike, un gigantesco matón, tierno como un corderito y de gatillo fácil.
Tras un sangriento tiroteo en el desierto que sesga la frontera entre Estados Unidos y México, la acción se trasladará al pueblecito de Black Rock, propiedad de la familia Pragg.
El banco, la alcaldía, el sheriff, la mina y los terrenos circundantes son propiedad de los Pragg.
Todo, excepto la destartalada gasolinera que regenta Joe Bidwell y cuya hija Stella se va a casar con el alcalde William Pragg.
Nada nuevo bajo el sol.
El banco fija tasas imposibles y los que se revelan se enfrentan a los secuaces del sheriff orgulloso de su estrella, su stetson y su revólver.
Pero la frontera de Río Bravo (Río Grande) es un lugar inhóspito incluso para la familia Pragg.
Un día tendrán que cruzar la frontera. También Tyler Cross.
Cuanto más tarde, mejor. El calor es agobiante pero el agua está fría.
Deberían haberlo llamado Río Frío o mejor aún el Río de las Ilusiones.
Los que alcanzan la orilla no tienen ninguna esperanza en su país.
Y no quieren admitir que al otro lado tampoco estarán mejor.
La sangre tiñe el agua.
El desierto amarillo se muestra indiferente.
En los años ochenta los correctores cerámicos supusieron un gran avance para la ortodoncia.
Incluso se especulaba con el desarrollo de fundas plásticas.
¡Las sonrisas brillarían libres de hierros retorcidos!
Los pacientes se mostraban entusiasmados. Pero algunos dentistas no pensaban lo mismo.
Como el Dr. Duanne (Cazador de sonrisas, Agustín Ferrer, Editorial Grafito, 2014), obsesionado por fotografiar a sus pacientes y que enmascara astutamente su carencia de empatía con amabilidad y discreción.
Su adicción al LSD le hará dudar de todo y de todos.
Incluso del asesinato.
Twin Peaks (David Lynch y Mark Frost, ABC Televisón y Aaron Spelling, 1990) fue la serie de televisión de culto de una generación, la de los nacidos en los años setenta. Un asesinato sacará a la luz las miserias de un remoto pueblo.
De culto también son sus excéntricos, divertidos, ingenuos, bondadosos, atractivos, terroríficos, malvados y sádicos protagonistas:
Kyle MacLachlan (Agente especial del FBI, Dale Cooper)
Michael Ontkean (Sheriff Harry S. Truman)
Mädchen Amick (Shelly Johnson)
Dana Ashbrook (Bobby Briggs)
Richard Beymer (Benjamin Horne)
Lara Flynn Boyle (Donna Hayward)
Sherilyn Fenn (Audrey Horne)
Sheryl Lee (Laura Palmer y Maddy Ferguson).
Y la tétrica, impactante, hipnótica, inquietante y adictiva banda sonora de Ángelo Baladamenti.
Tyler Croos (Brüno, Fabien Nury, Laurence Croix, Editorial Dibbuks, 2014) es un cómic sucio, duro, amargo y violento.
El señor Di Pietro encarga a Tyler Croos el asesinato de su ahijado Tony Scarfo y el robo de un alijo de 20 kilos de heroína a cambio de 150.000 dólares. Se equivocan aquellos que piensan que el viejo Di Pietro chochea. A pesar de que uno de los pocos placeres que le quedan en la vida sea chuperretear pequeñas olivas de Calabria sigue siendo el boss.
Tyler recurrirá a la sensual C.J Harper su “relación estable” en argot policial y a Ike, un gigantesco matón, tierno como un corderito y de gatillo fácil.
Tras un sangriento tiroteo en el desierto que sesga la frontera entre Estados Unidos y México, la acción se trasladará al pueblecito de Black Rock, propiedad de la familia Pragg.
El banco, la alcaldía, el sheriff, la mina y los terrenos circundantes son propiedad de los Pragg.
Todo, excepto la destartalada gasolinera que regenta Joe Bidwell y cuya hija Stella se va a casar con el alcalde William Pragg.
Nada nuevo bajo el sol.
El banco fija tasas imposibles y los que se revelan se enfrentan a los secuaces del sheriff orgulloso de su estrella, su stetson y su revólver.
Pero la frontera de Río Bravo (Río Grande) es un lugar inhóspito incluso para la familia Pragg.
Un día tendrán que cruzar la frontera. También Tyler Cross.
Cuanto más tarde, mejor. El calor es agobiante pero el agua está fría.
Deberían haberlo llamado Río Frío o mejor aún el Río de las Ilusiones.
Los que alcanzan la orilla no tienen ninguna esperanza en su país.
Y no quieren admitir que al otro lado tampoco estarán mejor.
La sangre tiñe el agua.
El desierto amarillo se muestra indiferente.
En los años ochenta los correctores cerámicos supusieron un gran avance para la ortodoncia.
Incluso se especulaba con el desarrollo de fundas plásticas.
¡Las sonrisas brillarían libres de hierros retorcidos!
Los pacientes se mostraban entusiasmados. Pero algunos dentistas no pensaban lo mismo.
Como el Dr. Duanne (Cazador de sonrisas, Agustín Ferrer, Editorial Grafito, 2014), obsesionado por fotografiar a sus pacientes y que enmascara astutamente su carencia de empatía con amabilidad y discreción.
Su adicción al LSD le hará dudar de todo y de todos.
Incluso del asesinato.